jueves, 19 de julio de 2012

Piénsalo, las ovejas negras son más interesantes.


Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día tengas razón. Todas las mañanas me miro al espejo y me pregunto: “Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?”. Y cada día que me lo he preguntado, mi reflejo ha reclamado a la chica que aún se esconde en mi interior. Me he dado cuenta que pasan los días y no hago lo que realmente me hace feliz. Sigo un papel, una rutina, unas reglas y, continuamente, condiciono mi vida en función de "los demás" sin pensar qué quiero hacer yo, qué necesito, qué me pide el cuerpo, qué me dice el corazón que debo hacer...
He llegado a la conclusión de que no pienso en mí, estoy siendo injusta conmigo misma, y nunca me doy cuenta. No era consciente de que mi vida llegó a ser un "guión" preparado y rígido sin salirme de los límites y, ahora sé, que a veces es necesario darte una oportunidad, un respiro... Desde entonces he sabido que necesito cambiar algo.
Casi todo, la verdad, todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso, todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante... Quién no teme a la muerte es porque en su vida no hay nada que merezca realmente la pena guardar.

Procuro aprovechar mi tiempo lo más intensamente posible, pues nunca sabremos dónde estaremos mañana. Piénsalo, ahora mismo miles de personas pueden estar naciendo; otras tantas, cansadas por el peso de los años, caen en su batalla. Miles de cumpleaños se estarán celebrando ahora; y también miles de aniversarios, ya sean de boda o por un ser querido que  permanece en nuestros recuerdos. Algunos jóvenes estarán regocijándose en su amor, envueltos en sábanas que rozan la perfección; y otros estarán bailando en una discoteca hasta que salga el sol. Y no somos conscientes, no apartamos la vista de “nuestro” mundo, que no va más allá de cinco paredes. Miles de personas estarán sonriendo, llorando, observando, enamorándose, disfrutando… viviendo en este mismo momento. De todas las razas y todos los lugares que puedas pensar: Roma, París, Madrid, Udine, Nueva Delhi, México, Sídney, Estambul, El Cairo, Madagascar, Tokio, Nueva York. Y mientras todo esto ocurre tú sigues sin hacer nada, impidiéndote vivir, ya que tenemos la mala costumbre de perder el tiempo en cosas insignificantes, en "problemas" que realmente no lo son, y se nos van los años, se nos van los días, se nos van las horas, vuelan los segundos... Se nos va nuestra vida, sin vivir ni la mitad de lo que nos ofrece... Sentados en la parada, esperando no sabemos bien a qué, pudiendo levantarte y andar...
Cuántas cosas me he perdido por miedo, por comodidad. La desidia no lleva a ninguna parte. No puedo dejar escapar ni un segundo más... ¡Acción!

3 comentarios:

  1. Despeinate, pisa bien tu inoportuno miedo, navega por las más increíbles locuras, sobretodo desatate de las cadenas que te siguen proporcionando la capa de oro que esconde todo tu ser. Te quiero
    PD: Acción
    Te quiero

    ResponderEliminar
  2. Nosotras no somos como las demás, nosotras no llevamos chandal ;)

    ResponderEliminar