Hay muchos tipos de silencios.
Hay silencios que te invaden y
te llenan de un extraño y reconfortante calor.
Hay silencios que te arrebatan
palabras, que enmudecen tu alma.
Hay silencios que paran el
tiempo, que nos dan un momento, que nos dejan respirar…
Hay silencios musicales que
danzan en nuestras cabezas y nos obligan a cambiar.
Hay silencios inconfesables y
otros que se confiesan alguna noche del mes de Abril.
Hay silencios que gritan, que
estallan, que explotan al silenciar.
Y hay silencios que callan,
ausentes totales que obligan a callar.
También hay silencios que
hablan por sí solos, que desbordan palabras por los ojos. Miradas que se
expresan solas, miradas que te dejan marca.
Y hay silencios que dan miedo.
Que aterran, que alarman.
Silencios que asustan, que
matan lentamente y que no se pueden olvidar…