viernes, 25 de febrero de 2011

JB.

Siempre lo he comparado con un rayo, nunca sabes ni dónde, ni cómo, ni cuándo va a caer, hasta que ha caído. Siempre he estado así, de amorío en amorío, un tio, otro, miles de tios que han podido gustarte y has podido pasar momentos divertidos y sin duda muy buenos, pero no sé llega un día que esto cambia, tu vida está tan tranquila, siguiendo su curso, unas tranquilas navidades, que no tienes la intención de hacer ningún otro cambio demasiado grande, sólo quieres, tranquilidad.
Pero.... un día ZÁS, : "hello"
¿Por qué? pues no losé, pero a partir de ahí, se removió todo, me dió por meterme en la vida de un tal....martins? sí, así le llaman.
Siempre me hacían esa típica pregunta de: ¿y ahora qué? "Ahora nada, paso de tios"... que equivocada estaba.
Y todo empezó mucho antes de que me diera cuenta, con un pañuelo mentolado, siendo mi simple amigo cosquillas. Pues desde ese día, que no tenía pensado nada, me dió por hablar y ¿por qué no? nunca se sabe, así que decidí ... seguir, básicamente hacer lo que me apeteciera y me apetecía saber de él:) así funciona esto, todo empieza desde algún punto muerto y vas avanzando, y así fué... poco a poco, pasó de : "si, esta fenomenal la verdad, y es muy simpático", a..: " pues me empieza a llamar bastante la atención" y después a: "nosé, me gusta", y seguimos con : "me importa bastante", y acabé con: "lo quiero".
Y así fué, un buen día sin comerlo ni beberlo simplemente, te das cuenta de que, te has enamorado.
Y mira que me ha costado darme cuenta, que la he cagado, que he tenido cables en la cabeza, pero el sigue ahí, no sé cómo, ni el por qué, pero es así.

No hay que pensar, joder, suena.... exagerado, grande, o comprometido, nonono, esto no se trata de NADA DE ESO.
Enamorarse, es la mejor sensación que puedes llegar a tener, y es una suerte de la que no todos disfrutan por eso me siento afortunada y mucho, de tenerle a él:)
Porque es único y no lo digo por decir o porque queda más bonito, nonononono, él es un tesoro.
La verdad es que esta vez todo es distinto, sisi, no caes en la rutina, porque cada día es distinto, cada día lo quiero más y más y aquí me queda rato...
Siempre habrá momentos mejores, peores, otros serán divertidos, otros inoooooolvidables:), ¡de todo!
Antes eran todo apariencias, con él no es así. Ahora solo quiero disfrutarlo y vivirlo tan fácil como lo que es, porque el amor no es algo complicado, si sabes vivirlo:), ¿Y con quién?¿Con él? Pues sí.
CON ÉL, que se entere todo el mundo.

-         Pero porqué, ¿Por qué ÉL bar?

¡por que coooomo nos lo pasamos nosotros no se lo pasa así nadie! jajajajajaja

-         Pero te repito, ¿Por qué él?

Porque estoy esperando a que aparezca con sus gafas, que está guaaaaaaaaaaapísimo jajajajaajajaja porque me encanta la cantidad de veces que me bordea que me tiene namorà(L) , por lo mucho que le gusto a su mami JAJAJA, por esa pedazo de sonrisa que tiene y que no se le va nunca, por como me mira, por como me besa, porque es muy competitivo y vengativo, por la diferencia de color comparando nuestras manos, porque me encanta que me diga que no me comparte con nadie y se ponga ¬¬, por nuestra canción, porque me encanta acabar oliendo a él, porque su saldo está malo por mi culpa y por la factura de móvil de mi madre, porque es más salaaao, porque es moreno tirando a rubio aunque en realidad eso sea castaño pero me da igual, por esas cosquillas que sino me caigo es porque me sujeta, por esas cosas que me dice by:juan que me desarma, porque me tiene en una nube a mil metros sobre el cielo, porque quiero que me coma :$, y también quiero comerle yo a él jijijiji ;), porque le necesito para sobrevivir, por estar siempre a mi lado, por quererme, por soportarme, por ese osito blanco, por el diccionario, por mis pinguinos, porque le gusta que le haga sufrir, porque no lo comparto con nadie porque es MIO (sí, va por nacho ¬¬), porque es mi rubiooooooooo  jajajaja
en fin, no termino si digo todos los motivos que tengo…
Pero el último y más importante: PORQUE LE QUIERO
y me sobran con esta todas las demás razones.

        -No jodas, que te has enamorado bar...

¡hasta atrás!

(L)

"Veintiuno."
y todavía nos queda mucho que hacer por aquí...




sábado, 19 de febrero de 2011

Yo lo único que sé es que no te vuelvo a perder.

Tengo ganas de llorar. Total, si quizás te pierdo, que más me da todo entonces.
Fui una cría, pude tenerlo todo, y te tuve. Pero lo perdí, te perdí, por cabezota, por orgullosa, por tonta, porque en el fondo soy una niña pequeña, tienes razón. Pero no es un juego. Nunca lo ha sido.
Porque aunque no me creas, te quiero. Mucho más de lo que yo imaginaba, mucho más de lo que tú crees.
Y tengo miedo. Tengo miedo de que me digas que no, que se acabó, que prefieres olvidarte de mí, que es mucho más fácil. Miedo a perderte dos veces, miedo a quedarme como una tonta esperando, a que ahora seas tú el que me hagas sufrir.
Tengo miedo a volver a equivocarme. Pero algo que me dice que esta vez no será así, simplemente porque sé que te quiero, que te necesito, que te adoro, que te echo de menos…
Y me da igual que vengan miles diciendo te quiero porque yo solo te quiero a ti.
Yo lo único que sé es que no te vuelvo a perder.


(8)
Si fuera por mí, te iría a buscar, cruzaría el mar, hasta llegar a ti…


viernes, 18 de febrero de 2011

El veneno.


Para que Peter no pudiera rescatarles, el Capitán Garfio decidió envenenarle, contando para ello con la ayuda de Campanilla, quien deseaba vengarse del cariño que Peter sentía hacia Wendy. Garfio aprovechó el momento en que Peter se había dormido para verter en su vaso unas gotas de un poderosísimo veneno.
  
Cuando Peter Pan se despertó y se disponía a beber el agua, Campanilla, arrepentida de lo que había hecho, se lanzó contra el vaso, aunque no pudo evitar que la salpicaran unas cuantas gotas del veneno, una cantidad suficiente para matar a un ser tan diminuto como ella. Una sola cosa podía salvarla…


Me pierdo por un momento y regreso a ti.


Voy caminando por la calle, sola. Mirando simplemente las baldosas del suelo, mientras mi cabeza está muy lejos de aquí. Después de haber hecho un trozo del camino, me pongo los auriculares. De repente, me vibra el bolsillo de la chaqueta.
Una estúpida sonrisa aparece en mi boca.
Imágenes en mi cabeza, imágenes congeladas del pasado, o simplemente momentos…
Al terminar de andar, me doy cuenta de una cosa: de que después de 30 minutos andando y andando, en lo único que he pensado ha sido en ti, y que lo único que he hecho ha sido poner esa canción una y otra vez...

miércoles, 16 de febrero de 2011

Y que solo quieras reír.

A veces pasamos por momentos muy duros, sufrimos, lloramos.
Y cuando menos te lo esperas, cuando parece que todo va mal y que tu vida calculada hasta el mínimo detalle es un desastre... es cuando sucede. 
Cuando un día te levantas y dices: ¡BASTA! Solo quieres olvidar lo malo, borrar los momentos tristes y todo lo que has llorado porque lo único que quieres en ese momento es reír, reír a carcajadas, porque en ese momento no importa nada más. 
Y porque me di cuenta que la vida no era eso, la vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y a quien no te abrace pues no te abrazas y punto,y no pasa nada. Y sigues tan feliz, sonriendo, porque merece la pena. Ahora sí.


martes, 15 de febrero de 2011

No voy ni vengo ni salto ni cambio de rama.


A veces en la vida nos encontramos varios caminos y nos vemos forzados a elegir cual queremos seguir. Y no hay forma de saber si nuestro viaje nos llevará al placer o al dolor. Una vez que tomamos nuestra decisión, no hay vuelta atrás.





domingo, 13 de febrero de 2011

Besos de mentira.


Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde para ser lo que quieres ser. Puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo. No hay reglas. Puedes aprovechar oportunidades o echar todo a perder. Espero que hagas lo mejor. Espero que al final de todo, seas feliz. Y si ves que no es así, espero que tengas el valor de empezar de cero.



sábado, 12 de febrero de 2011

Si quieres algo, ve a por ello y punto.


Pues no. Basta ya de quejarse y decir "estoy mal". Porque tu vida es muy importante como para despercidiarla así. Tú eres el importante. Y como la felicidad 24 horas no existe, cuando vivimos momentos felices es importantísimo reconocerlo y guardarlo, aunque solo sean tonterías…

Ojos de plata III

Tienes que volver a dónde comenzó todo.
Uno…
Dónde empezó esta pesadilla.
Dos…
Es la única forma de escapar.
Tres…
Lo notas en el aire.
Cuatro…
Lo hueles.
Cinco…
Ese olor a muerte.
Seis…
Lo sientes.
Siete…
Hace frío.
Ocho…
Te hiela la sangre.
Nueve…
Está aquí.
Diez...


Ojos de plata II


Un mes se pasa como sea cuando el corazón está roto. Se duerme mal, se come sin ganas, se piensa mucho. Duele pensar tantas otras opciones, tantos caminos…
Entro en lo que alguna vez fue una habitación llena de alegría y luz. Antes no me atrevía a tocar nada, ahora estoy decidida a cambiarlo todo ya que llevo dentro su recuerdo.
Reconozco esos peluches porque un día también los tuve yo y al final acabaron en su cama, ahora, una cama vacía…
A veces, sin querer, le sigo llamando en voz alta…

Hoy he ido a visitarlo, una rosa en el río, como siempre, igual que todos los meses. 8 meses y parece que fue ayer, todavía escucho a la ambulancia en mi cabeza, tantas luces… Pff… ahora no soporto ese sonido. Me recuerda a él.
Todo ha cambiado tanto, yo he cambiado tanto…
Bueno, supongo que es lo que pasa cuando pierdes a tu hermano, a tu único hermano…


Ojos de plata I


Y hoy me siento valiente y vuelvo a mirar. Pero tengo miedo. Porque, cuando mire, tendré que enfrentarme a esa mirada; a ese susurro perdido con el paso del tiempo; a esos OJOS DE PLATA...
Vuelvo la mirada y allí estás, como si nada hubiese pasado.
Y, de pronto, desapareces. Otra vez....

viernes, 11 de febrero de 2011

Egoísta.


Y son momentos en los que todo el mundo está a tu lado. No te das cuenta de que eres muy importante. Te vuelves tan egoísta que no lo puedes ver.



jueves, 10 de febrero de 2011

Allí comenzó todo...


Cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir…
Desde tú camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. 
No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, y ahí está ella, y al final solo ocurre una cosa, llega el puto invierno. 
Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas…
Mucho antes…


Y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.

Ilusiones perdidas y traiciones incrustadas.

Entonces lo leí. Cada palabra se introducia en mi alma y sacaba aquellos recuerdos que habían dolido tanto algún día. La entendí, más que nunca. Recordé su sonrisa, aquella preciosa sonrisa que siempre me animaba, aquella que me decía "sigue adelante, tú puedes", aquella que no se iba nunca de mi lado...
Sí, aquella sonrisa que hacía ya semanas que no la acompañaba.
Pero, no sé cómo, la veía más guapa y más fuerte que nunca.
Me necesitaba, nos necesitaba a todos. Pero sobretodo a él. Aunque solo fuera como antes. Ella se conformaba con muy poco. Solo quería tenerlo a su lado, saber que no iba a desaparecer como en sus recuerdos, aquellos en los que se refugiaba para salir de la realidad, de aquella maldita realidad.
Y me dí cuenta de que lo estaba pasando peor de lo que yo creía...
Y, sinceramente, siendo una de las personas más importantes de mi vida, no iba a dejar que se hundiera sola. No me da la gana.
Hacía días que miraba al suelo, seria, intentando ocultar todas esas lágrimas. Podrás engañarles a ellos pero conmigo no lo intentes.
Estas últimas semanas he aprendido algo, y es que el destino existe, por supuesto, todos tenemos un camino que elegir, pero puedes cambiarlo según como quieras vivir, puedes elegir quedarte en tu casa sentada en el ordenador mientras cotilleas, te aburres y escuchas música triste, cuando seguramente acabarás llorando y amargado, mientras ves una película de disney que te hará sentirte aún peor porque te recordará lo único que te falta, o puedes salir con tus amigos por un parque y a vivir la vida y punto. A sonreír.
Porque hoy vas a sonreír. Sí, porque a pesar de que ese rímel se corra sabes que se corre por un buen motivo. Sonreír aunque el tiempo diga lo contrario, aunque no puedas olvidar el pasado...
Quizás vuelvas a caer de nuevo varias veces, pero los buenos momentos no te los va quitar nadie.
Y además todos vamos a estar a tu lado para levantarte, por lo menos a mí siempre me tendrás aqui pequeña :)
Hoy vas a sonreír y no vas a permitir que nada ni nadie te quite tu sonrisa.
Porque te lo mereces. Esta vez sí.
Porque quizás la culpa fue también nuestra, te creamos tantas ilusiones con un dichoso plan infalible...


miércoles, 9 de febrero de 2011

Desaparecer, sin más. ¡Paf!

Porque en el fondo no tiene sentido estar así, no merece la pena. 
Es tan difícil, duele tanto, es como perderte de repente y no volver a aparecer. Eso es, eso es lo que quieres en ese momento. Desaparecer, sin más. ¡Paf! Sin demasiados problemas, sin molestar. Sin que nadie se dé cuenta. 
Desaparecer. De cualquier forma, de la más simple, de la más cobarde. Pero es extraño. Quieres dejar de querer, quieres dejar de extrañar, que su esencia desaparezca de la tuya. Y ¿qué quedara sin su recuerdo? ¿Vacío? ¿Qué hacer? no lo sabes… o tal vez lo sepa… y solo sea que aquella respuesta duela más…
Es difícil. Es como si te faltase el suelo bajo los pies. El camino que conocías, las palabras que sabías, los olores y los sabores que hacían que te sintieses protegida... decidir acabar con todo. Y todo será normal, como tiene que ser…




Sintonizar.



Sintonizar... ¿qué querrá decir? La sintonía es algo que tiene que ver con la música. O peor aún, con los circuitos. El amor, en cambio, es cuando no respiras, cuando es locura, cuando echas de menos, cuando es bonito aunque esté desafinado, cuando cualquier tontería que diga se vuelve importante para ti aunque el resto del mundo no lo entienda, cuando es absurdo, un sin sentido... cuando solo de pensar en verla con otro cruzarías nadando el océano...

martes, 8 de febrero de 2011

Esos ojos (II).


Y son esos momentos en los que te das cuenta de que eres feliz con cualquier cosa... como verle sonreír. Esa mirada toma un nuevo significado. Las hojas vuelven a caer, el viento las levanta y apareces frente a mí. Te miro, me miras y todo vuelve a empezar...





6.

Entonces, te das cuenta de que estais los seis. Sí, esas seis personitas tan peculiares, con tanto de que hablar pero en ese momento...
Les miras uno a uno y te das cuenta de lo mucho que les has echado de menos, de lo mucho que los necesitas en ese momento y de las ganas que tienes de cogerlos a todos y darles un abrazo :)
Demasiadas equivocaciones en tan poco tiempo...
Os acordais de aquel tiempo, cuando las decisiones importantes se tomaban con un práctico 'Pito-pito gorgorito... ¿dónde vas tú tan bonito?...A la era verdadera... ¡pim pom fuera!
Cuando se podí­an detener las cosas que se complicaban con un simple 'Eso no vale' ¡Trampa! y los errores se arreglaban diciendo simplemente...'Empezamos otra vez'
Bueno eso ahora no es tan fácil, es verdad. Y todavía no hemos inventado la máquina del tiempo porque no hemos tenido tiempo. Claro... nos picamos con canciones tristes y a ver quién manda más indirectas y se nos olvida...
Pero sé, simplemente, por el hecho de que nos queremos, en el fondo, todos estamos deseando que todo vuelva a ser igual que antes...
Yo por lo menos, porque a pesar de todo, vosotros sois las personas más importantes de mi vida, ya podeis llamarme pesada :) y me teneis aqui para todo, siempre...
Volved a llamarme pesada pero hacía mucho que no os lo decía.

Pues eso, que os quiero ver sonreír a todos y que os quiero.

lunes, 7 de febrero de 2011

Sinceramente, solo quería hacerte reír.


Y no sabes que hacer.
Te obligan a elegir entre lo que quieres y lo que sientes.
Te obligan a olvidar tantas sonrisas, tantas miradas, tantas palabras, tantas locuras, tantos momentos que te hicieron sentirte alguien durante un estúpido minuto.
Te obligan a mirar para adelante, a no llorar, a no mirar atrás.
Y te obligan a sufrir aunque no se den cuenta, aunque piensen que es por tu propio bien...
Es muy difícil.
Ellos no saben como te sientes, no lo comprenden, no pueden...
Parece que te falte el aire, el suelo bajo los pies.
El camino que conocías, tantos sueños...
y te obligan a OLVIDAR, a acabar con todo.



domingo, 6 de febrero de 2011

Encerrada en esta cárcel de cristal.


Se supone que es muy fácil decir que “estoy bien” aunque por dentro me esté muriendo... 

Una estúpida sonrisa...

Hoy he estado pensando en la cantidad de veces que me pongo triste al día, que pienso en la gente que ya no está, en la que está pero como si no estuviera, en los que me han fallado... Pero luego hago un balance, y veo la cantidad de veces que me he reído a lo largo del día, y son cientos de veces más, porque cada chorrada, estupidez, hacen que suelte una carcajada.
Y he aprendido algo, y es que el destino existe. Por supuesto, todos tenemos un camino que elegir pero puedes cambiarlo según como quieras vivir, puedes elegir quedarte en tu casa sentado en el ordenador mientras cotilleas, te aburres y escuchas música triste, cuando seguramente acabarás llorando y amargado, o puedes salir con tus amigos por un parque y a  vivir la vida y punto. A sonreír. 

Porque hoy voy a sonreír. Sí, porque a pesar de que ese rímel se corra sé que se corre por un buen motivo. Sonreír aunque el tiempo diga lo contrario, aunque no pueda olvidar el pasado. Quizás vuelva a caer de nuevo varias veces, pero los buenos momentos no me los va quitar nadie.
Y no voy a permitir que nada ni nadie me quite mi sonrisa.

sábado, 5 de febrero de 2011

Hoy, sonrío.

Es distinta. Más duradera que las otras. Más eficaz. Algo más grande y especial. Simplemente, distinta.

Pero no lo ves. En ese momento, no lo ves.

Y es que hay veces que no nos damos cuenta de las alternativas. Nos fijamos solo en la que nos hará perder todo eso si sigues adelante con ella.
Pero en ese momento no lo ves, no te das cuenta. Insistes en creer que es la mejor opción. Pero no. No es así. Nunca lo fue y nunca lo será.
Y cuando te arrepientes y ya no puedes volver atrás, es entonces cuando admites tu mayor error.
Pero yo vivo de los errores…

…y siempre aprendo de ellos.

Por la marcha involuntaria.


A veces pensamos que decir te quiero es algo tan obvio. Y cuando queremos decirlo ya es demasiado tarde, porque se han ido y ya no volverán. No volverás a verles y entonces te sientes la persona más egoísta y recuerdas todos esos abrazos. Y piensas que ya nada tiene sentido. Todo te da igual. Has perdido. Y no sabes si podrás volver a sonreír. Pero debes hacerlo, por ellos. Y, a pesar de todo ese dolor, a pesar de todo, en ese momento no importa como te sientas tú. Lo único importante es como se sintieron ellos contigo, y si fueron felices. Y entonces recuerdas todos esos momentos en los que han estado a tu lado, te han ayudado y te han protegido, y piensas en todas esas sonrisas. Y es, en ese momento, cuando te paras a pensar en que si sonreían… es porque eran felices… y eso es lo único que importa…



No es cuestión de hacerse el fuerte ni dejar de hacer el indio.

Es difícil. Parece que te falte el suelo bajo los pies. El camino que conocías, las palabras que sabías, los olores y los sabores que hacían que te sintieses protegida... decidir acabar con todo.
Sentir que, de no hacerlo, no irás a ninguna parte y te quedarás allí, fingiendo vivir.


Quema hasta doler.


Aunque duela, al final será mejor. Por lo menos no tendrás ese dolor en el pecho como si te perforara por dentro. Por lo menos no te sentirás así. No habrá vacío. 
Tienes ese sentimiento raro y caliente. Sí, solías sentir esos escalofríos. Conozco el dolor. Ese dolor. 
Mírame. ¿De verdad no lo sabes? Todo por un simple error que no consigo entender. No tiene sentido, lo sé. 
Y le grito a la nada. Dolor, otra vez. 
No hay principio ni final. Cada instante es un peso enorme, insostenible. Estoy en el borde,  tratando de sobrevivir. Caminando por esta estrecha carretera. Tambaleando. 
Sientes cómo todo cae y no puedes hacer nada para remediarlo, tus ojos empapados en lágrimas y tu cabeza enredada en cosas sin importancia, es ahí cuando le tienes que sonreír a todo sin ganas, cuando tienes que hacerte fuerte y hacer aquello que debes en lugar de lo que quieres.




jueves, 3 de febrero de 2011

Silencio.


Si tuviera que ponerle un nombre al tiempo seguramente le llamaría "Olvido" porque su paso es como dejar de ser cuando ha sido tanto y tan fuerte. Porque es difícil dejar de ser, dejar de sentir. Si tuviera que odiar de alguna forma me odiaría a mí misma y a mi memoria. Porque me he equivocado. Quise hacerlo todo bien, quise que todos fueran felices. Y mira que me advirtieron de que siempre uno tiene que sufrir. Ese es el problema de un triángulo. Y yo me creí capaz de cambiarlo.
Pero ya no puedo hacer nada.
Me creí tantos sueños, me pensé más madura, pensé que había aprendido de mis errores. Pero soy especialista en errores. Y caí otra vez.
Yo les quise. A los dos. Y más de lo que se piensan.

-         Lo único bueno que hemos sacado de todo esto es nuestra amistad…

Que piensen lo que quieran. Ya me he cansado. De sus miradas llenas de odio, de dolor y, en el fondo, de amor. Esas palabras que se clavan como cuchillos, intentando hacer daño. Lo han conseguido. Duele. Pero me alegro de que estén bien. Eso es lo único que importa.
Pero le sigo queriendo. A pesar, de que me odia.

-         He venido principalmente porque ella me lo ha pedido…

Cables en la cabeza. Uno, dos, tres. Otra vez. Recuerdos.

-         Nadie te obliga a venir, ni a escucharme.
-         Pero… quiero.

"Olvídame"-por qué no lo dices de una vez-. "Ya no te quiero, olvídame". Sino tendré que hablar con él, es una de mis promesas escritas.
El silencio a veces habla sin palabras ni gruñidos. Y con una mirada se dice todo.


miércoles, 2 de febrero de 2011

Estoy en ello.


Gritas. Pides ayuda en silencio. Lloras. Porque sabes que esas noches llorando no te las va a quitar nadie.
Simplemente duele. Es un dolor sin sentido. Sin un motivo que merezca la pena, porque en el fondo no merece la pena. Ese dolor. Sí, ese. Que se agarra a tu pecho y lo ahoga, ese que te roba tus noches, tus sueños, todas aquellas ilusiones.
Pero ese dolor tiene su justificación firmada por el médico.
Lo hace para que aprendas, para que madures, para que te equivoques.
Tranquilo, volverás a equivocarte sino la ley de Murphy, ¿para qué está?
Pero, sobretodo, para que te des cuenta de que en el fondo eres más fuerte de lo que crees, mucho más valiente... porque lo eres.

Sé que no es tan fácil, que cuesta mucho y que duele pensar que duele. Duele incluso pensar, sé que incluso te vas a reír de mí pero mira, al menos, te habrás reído, aunque sea de mí :)

martes, 1 de febrero de 2011

Uoh...

Por un segundo, por un minuto, sientes miedo. Pero no. No es el típico miedo que te da escalofríos por la noche cuando eres pequeña mientras estás en tu cama, calentita, con tu osito de peluche al lado, abrazándote, mientras escuchas esos ruidos en algún lugar de tu casa o de tu habitación, en el peor de los casos. No es ese miedo a encontrar un monstruo en el armario o a sacar los pies de las sábanas por miedo a que algo los coja. No es ese miedo que te obliga a asomarte debajo de la cama por miedo a encontrar al coco.

Tampoco es el miedo a no llegar a alcanzar nuestras metas. Porque para cabezota YO. Tampoco es miedo a la soledad. Sí, ese que nos hace esclavos de los demás.
No es miedo a sufrir cualquier tipo de enfermedad, sea cual sea.
Tampoco es miedo a que el dolor nos produzca placer o bien nos suponga una vía de escape a todo lo que ocurre a nuestro alrededor. O miedo a la propia ira, al propio odio...
No. Aunque tampoco es miedo a no poder controlar lo que va a suceder. No, no es miedo a las consecuencias.
Yo diría que más bien es el miedo primigenio: El miedo por el mismo miedo, miedo a tener miedo. Es el miedo en estado puro y quizás uno de los más difíciles de controlar ya que se esconde en lo desconocido y en un no saber por qué se sufre.