Siente el sentimiento lejano
de un beso que se pudre al son de cada lágrima.
Lágrimas que se pierden en tus
mejillas, desojadas por un ligero aullido de victoria.
Victoria perdida en mil
batallas de aquel campo desconocido, visitado en la memoria al despertar los
sueños cada noche desde el día en el que los labios olvidaron algún nombre,
sintiendo el alejamiento y…
Y, de todos modos, no gritarás
a la luna pues el miedo acecha y la noche es larga.
Larga también la mañana de
ligero llanto ante las plegarias de una dulce niña que siente.
Que siente y no calla.