sábado, 20 de octubre de 2012

Hola, corazón.



Querida chispa de mi vida:

Hacía tiempo que no te veía llorar pero hoy has vuelto a caer como en aquellos días tan dejados de la mano de algún dios del Olimpo.
Echo de menos esa sonrisa tuya de complicidad, aquella que encontraba en cada esquina al salir el sol y no se ocultaba mucho. No quiero pensar que se ha perdido por algunas de las ya transitadas viejas calles de esta Ciudad. Pero quiero que vuelva.
O, quizás, se haya ido porque durante meses la utilicé sin pensar en las consecuencias, sin descubrir que cada vez que me la ponía ya no lo hacía con soltura sino que debía incrustarla.
He intentado buscar una manera de continuar, de encontrarme. Pero nunca se me dio bien buscar a Wally.
 El único problema es que soy muy insegura. Que cada vez que estoy con él, con mis amigos, con cualquier ser humano… incluso a solas conmigo, tiemblo.  Estoy absolutamente inestable emocionalmente. Llevo mucho tiempo haciendo equilibrio, jugándomela. Cruzando poco a poco por la cuerda floja. Fina. Sensible. Débil. Siendo consciente de que cualquier movimiento más brusco de lo normal podría romperla y hacerme caer de nuevo. Ya que he subido hasta ella, y he recorrido la mitad del camino, no puedo rendirme ahora. No entiendo como puedo permitirme el lujo de hacer malabares de esta manera cuando el precipicio lo tengo ante mis ojos. Y sé que la caída sería mortal. Lo peor es que sigo bailando sobre esa cuerda, a pesar de que tengo más miedo que nunca...
Quizás debería desactivarme por un tiempo, fingir que no estoy, que todo va bien. Pero me estaría engañando a mí misma. Y esa es la peor de las mentiras.
Puede que haya sido por las desilusiones o por un tratamiento inadecuado. Pero hoy en día, yo no soy yo. No soy la misma, lo sé. Pero, ¿qué puedo hacer?
La solución puede que no esté en los demás. Quizás la solución, sea yo misma. Yo. Sí. La solución quizás se trate únicamente de "una mentalidad" y conseguir aplicarla a mi vida. Quiero convencerme de que esta vez, la misma luz que ahora me ciega, pronto sea la que guíe cada uno de mis pasos para salir de aquí. Que me ayude. Porque no tengo planes... Sólo seguir esperando... Y no sé bien a qué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario