lunes, 2 de mayo de 2016

Incompleta.

No confíes. No te dejes vencer.
No cedas. Mantente firme.
No huyas. Permanece ante el peligro.
No llores. La cabeza al frente.
No ames. No permitas que atraviesen tus murallas.
El dolor vendrá tarde o temprano. Como una brisa ligera que tornará en el pétreo aliento de un silencio que atraviesa y destruye todo a su paso.
No ames. Y, si lo haces, ama a medias. Deja un camino de huida. Deja un lugar donde las lágrimas no marchiten los muros de tu palacio.
Ansiada es la hora y dolorosa la llegada de ese puñal mezquino, que no se apiada ni de la más sutil belleza, encerrada entre esos labios, resecos de mentiras, engañados, torturados por un amor que nunca debió crecer.
No ames. No cedas. Resiste.
Sé fuerte y no te dejes vencer.
No tendrán piedad.



Aun así no hagas daño.
Pero ama a medias.
No des todo al desconocido de palabra esperanzadora.
Aunque estés incompleta.
Es mejor que estar rota. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario