lunes, 20 de noviembre de 2017

Cuentan que las agujas del reloj se paran al oír tu voz.

Este año pido más tiempo. 
Tiempo de ese que no sobra, que se desvanece con los besos. 
Tiempo del que enamora; tiempo para recaudar buenos momentos. 
Tiempo que se escapa, tiempo que se esfuma. 
Tiempo que no se deja atrapar; tiempo que se hace de rogar.
Tiempo, bendito tiempo.
De ese que no se acumula, que no se deja poseer. Rebelde sin causa, feliz y travieso.
Quizás por eso vale tanto, quizás por eso merece la pena. 
Porque cuesta retenerlo; porque cuesta atraparlo, conservarlo.
Tendremos que empezar a valorarlo.
Dicen que llega como la espuma de mar y se aleja, libre, sin cadenas, sin miedos.
Tiempo.
Tiempo de ese que no vuelve.
Tiempo que cuenta historias, que las atrapa entre sus alas para volar lejos.
Tiempo de ese que anhelan las agujas del reloj, esas que se paran al oír tu voz.


Bendito tiempo 
                                                que se alej
                                                                                                 con un beso. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario