martes, 4 de noviembre de 2014

Incumplidos

No hace mucho, sonreír no era tan caro. 
Evitábamos los encuentros furtivos entre las espadas, envainadas en mentiras vacías.
¿Quién rogó a Baco un poco más de tiempo para encerrar en la caja de música sus sueños?
“Incumplidos- dictaba él-, hallarán la muerte entre cuatro paredes de latón mientras, 
tú, vanidoso humano, hallarás la soledad en cualquier rincón”.

Y no perdía la costumbre de recordarnos sus promesas cada vez más huecas, 
escritas con tinta que ya no cesa…


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