martes, 4 de noviembre de 2014

"Nunquam victus ero"

La dulce e inexplicable sonrisa aguamarina de las mañanas del mes de Mayo se encontró perdida entre los papeles arrugados del que creó una historia a cambio del perdón.


Nunca- decían los valientes-. Nunca perderemos la esperanza”. 
Pero no fueron ellos quienes incumplieron sus palabras 
sino los corazones rotos, 
perplejos, que lloraban.

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