martes, 22 de marzo de 2011

Fuera miedos. Fuera penas.


Las marcas que el tiempo va tatuando en nuestra piel son profundas y, a veces, duelen.
Miedo. Claro que tienes miedo.
A todo ello, a todo aquello. A mirarte al espejo y ver a una completa desconocida, a una copia barata. A malgastar palabras o decir demasiadas. A un te quiero desgastado.
Bueno, en realidad, eso es lo único que te mantiene todavía despierta.
Porque ese miedo es lo único que te está volviendo valiente. Y descubres que, en el fondo, siempre lo fuiste. Y sonríes. Sí, porque tú lo vales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario