Algunas veces te pasan cosas horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que sino hubieras superado estas cosas nunca hubieras descubierto tu fuerza, o lo valiente que puedes llegar a ser. Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte. Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de tonterías. Todo ocurre para probar tus límites. Porque sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién emparentada, suave, recta y aburrida.
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