domingo, 30 de enero de 2011

Decisiones.

En ese momento te das cuenta de lo que pasa, de lo que pasará. Solo una mirada te ha servido para darte cuenta de lo que tienes… aprovéchalo, no se repetirá.
Luego decís que si la vida es difícil. No es la vida la que nos hace daño, nos amarga y nos obliga a llorar, son las decisiones que tomamos, decisiones que a veces solo quedan en pensamientos.
Cada decisión que tomas puede caerse, romperse o doblarse. Ese es el riesgo que tomas.
Date cuenta de lo que tienes, porque puede que un día te despiertes y te des cuenta de que lo has perdido todo. Entonces no llores por no haber sabido luchar por lo único que merecía la pena en tu vida, por lo único que querías…
Entonces será cuando te des cuenta de que haber cogido ese pañuelo mentolado significa mucho más que un simple pañuelo. Ese pañuelo lleva consigo alegrías, tortazos, risas, borderías, palabras, abrazos… porque ese pañuelo tiene todo aquello que te hizo feliz, todo aquello que te hizo sonreír por un estúpido segundo. Algo que ningún otro pañuelo podrá tener nunca.

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