jueves, 26 de enero de 2012

Lo siento, perdí mi guía.

A veces, no puedo evitar equivocarme. Soy humana. Pero aquel día no fue mi humanidad. Aquel día, fueron sus palabras. Puedes reírte de mí, ya estoy acostumbrada a empequeñecerme con tu mirada, pero fueron las palabras de mi querido Mr. Sandals las que influyeron en mis sentimientos. Cómo podría explicarte lo que se siente al escuchar esas palabras en tu cabeza, al rebotar e incrustarse en mi pequeño baúl lleno de cartas vacías y manchadas por la tinta de tus labios. {Angustia, Dolor, Ganas de matar aumentando, Miedo… y esos escalofríos otra vez} Es ese típico “si él se tira de un puente, tú también” solo que esta vez lo encabezas tú.

En ese momento, lo único que quería era estar con él. Claro, que eso no significa encontrar la forma de pedir perdón a una persona  a la que había menospreciado y rechazado. Podía haber sido mezquino, podía haberse vengado a lo grande pero no lo hizo. Y en mi vida le he querido más.


Fue un tal 26

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