sábado, 5 de febrero de 2011

Quema hasta doler.


Aunque duela, al final será mejor. Por lo menos no tendrás ese dolor en el pecho como si te perforara por dentro. Por lo menos no te sentirás así. No habrá vacío. 
Tienes ese sentimiento raro y caliente. Sí, solías sentir esos escalofríos. Conozco el dolor. Ese dolor. 
Mírame. ¿De verdad no lo sabes? Todo por un simple error que no consigo entender. No tiene sentido, lo sé. 
Y le grito a la nada. Dolor, otra vez. 
No hay principio ni final. Cada instante es un peso enorme, insostenible. Estoy en el borde,  tratando de sobrevivir. Caminando por esta estrecha carretera. Tambaleando. 
Sientes cómo todo cae y no puedes hacer nada para remediarlo, tus ojos empapados en lágrimas y tu cabeza enredada en cosas sin importancia, es ahí cuando le tienes que sonreír a todo sin ganas, cuando tienes que hacerte fuerte y hacer aquello que debes en lugar de lo que quieres.




No hay comentarios:

Publicar un comentario