domingo, 5 de febrero de 2012

Aceptaremos un pulpo como animal de compañía.

No podemos controlar el aire, la fuerza del agua al caer. No podemos impedir la noche más oscura, solo afrontarla. Nunca llegarás a  tocar la luna, ni siquiera en un mísero esfuerzo. Desdichado, frío. No podrás impedir que el sol se desvanezca entre las montañas y vuelva a alzarse triunfante a la mañana siguiente. No está en tu mano, ni en la mía. No lo estuvo en la mano de Galileo Galilei, por qué iba a estarlo en la de Pitágoras. No eres el dueño de un destino incompleto ni de hacer volar a un alcón hasta su refugio. Nunca fuistes más que eso, palabras. Simples palabras con un poco de efecto. Un óbice en el camino.

Intentas despertar. Sus lágrimas acechan en tus mejillas. Estás a punto de explotar. Niegas estar mal. Pero tampoco estás bien. Entonces, ¿cómo estás? Pues... simplemente no estás. Bueno, sí, pero es tan incomprensible... como una cama vacía.
{Bed, passion, cute, love}

Que los comienzos empiezan por finales hasta alcanzar el Do grave en su partitura. Nunca me encontré con el destino y le pregunté hacia dónde ir. Tampoco creo que deba hacerlo ahora. Simplemente lo considero un espacio vacío en el tiempo que dentro de unos meses habré olvidado vagamente y enterraré junto a una caja de cartón.

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