martes, 14 de febrero de 2012

Pies pequeños pero firmes, de los que siempre dejan huella.

La profundidad del sonido de sus cuerdas vocales penetra en tus oídos y recorre tu cuerpo para hacer que las palabras que conforman el texto se graven a fuego en tu corazón. Las cuerdas de su guitarra alentadora te envuelven y acarician suavemente, deslizando una melodía cubierta por los sentimientos más sinceros, llegando a tocar tu alma. ¿Ves como esa dulce letra te invade por dentro? La sientes aún más, te llega a limitar los pensamientos. Solo quieres seguir tocando, imaginarte en un escenario; los fans a tus pies, y tu guitarra danzando en tus manos suaves que dibujan canciones configuradas en la afinada partitura escrita hace unos días.
Siempre quisiste contárselo, y te creíste inferior por ello. Ahora yo te digo: eres valiente. No todos hubieran llevado tan bien una canción imposible.
Alguna que otra vez intenté acompañarte junto a la melódica Hipocresía. Intentamos ayudarte. Pero no somos una bola mágica ni una mentira constante. Somos tus amigos, solo podemos intentar sacarte una sonrisa. A veces, significará mucho; otras, no será suficiente. Pero tú sigue tocando, no pares. Eres buena, demasiado. Olvida las críticas, algún día querrán tus autógrafos.


Hay canciones que invitan, que rechazan; canciones que enamoran, que armonizan, que enfrían, que transmiten; cálidas, con las que pierdes el aliento, o te ayudan a recuperarlo, que dan vida a una noche, o le roban sus estrellas para adornar sus líneas. Hay estrofas que definen vidas, que marcan estilos, que dejan huellas, hay ritmos que contagian, que te hacen vibrar. Pero nunca encontrarás a nadie como ella.

2 comentarios:

  1. ... no se que decir ante esto... es precioso es... simplemente no tengo palabras bárbara.

    ResponderEliminar