jueves, 15 de diciembre de 2011

Escondida entre cartones.

Todos escondemos algo, ¿verdad? Desde que nos levantamos y nos miramos en ese espejo lo único que hacemos es pensar nuestras pequeñas mentiras. Meter tripa, teñirnos el pelo, fumar a escondidas… y, ¿por qué no? ¿Qué castigo hay? ¿Cuáles son las consecuencias?
“En serio, soy humano- diréis- y todo debe perdonarse”. Pero, ¿qué ocurre si un cruel giro del destino te convierte en otra cosa? En algo diferente. ¿Quién te perdona entonces?
Bayron escribió sobre Prometeo: “La eternidad, presente desdichado, fue tuya y muy bien la has sobrellevado, que hace de la muerte una victoria”

Cada ser humano pasa una o dos noches en el lado oscuro y se arrepiente. Pero, ¿qué pasa si solo existes en ese lado oscuro?
Solo queremos las mismas cosas que los demás: una oportunidad en la vida, en el amor… y lo intentamos. Pero, a veces, fracasamos. Y cuando eres distinto, un monstruo, las consecuencias son peores. Mucho peores.
Vosotros os despertáis de vuestras pesadillas; nosotros no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario