martes, 6 de diciembre de 2011

Páginas viejas, encasilladas en mi memoria.

Miras las páginas en blanco de tu cuaderno. Recuerdos amputados de tu vida. Palabras dibujadas en un lienzo de marfil que traen con ellas días de un verano aún caluroso. Historias felices, lágrimas grapadas en páginas ya olvidadas de mi viejo diario. Historias de un amor pasajero que te enseñó que no vives en un cuento de hadas, que no siempre los buenos van a ganar, que las nubes no son esponjosas y que, a veces, es bueno dejar marchar ciertas cosas. Soltarlas. Desprenderse. Olvidar. Que nada es para siempre. Cierra ciclos. No lo hagas por orgullo ni por incapacidad, sino porque esto ya no encaja en tu vida. Ya no forma parte de ella. Formó parte de tu pasado pero no del presente. No te arrepientas de nada que te haya hecho sonreír, pero quizás ya es hora de pasar página.

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